sábado, 7 de abril de 2018

MI EXPERIENCIA EN ALEMANIA (2)


Durante las vacaciones de invierno estuve en Dinamarca con otra familia que acogía a una estudiante de Sudáfrica, la cual iba a mi instituto y era mi amiga. En Pascua viaje a Francia con mi padre Klaus y mi hermana Carina. Visitamos París y el pueblo donde él trabajaba. Además, visité diversas ciudades alemanas con las dos familias, gracias a los seminarios organizados durante el año por YFU Deutschland y al viaje de estudios de mi instituto: Dresden, München, Berlin, Speyer, Rostock, Duisburg…

Ir al instituto hizo que mi alemán mejorase más rápido y que conociera el sistema educativo de Alemania, que poco tiene que ver con el español. Al final de curso aprobé todas las asignaturas y conseguí convalidar el curso. En mi instituto había cinco estudiantes más de intercambio procedentes de: Colombia, Rumanía, Bélgica, Sudáfrica y México. Las chicas de las tres últimas nacionalidades y yo fuimos grandes amigas durante el año. Fue una experiencia preciosa tener amigos tan diversos, diferentes y e internacionalidades. Todas hablamos siempre en alemán juntas y compartimos nuestras experiencias y cómo nos sentíamos. Me costó muchos meses llamar la atención de algunos de mis compañeros de clase. Ahora diría que mis únicas amigas alemanas fueron Lea y Charlotte, aunque hubo mucha más gente que me trató bien en el colegio.

Los últimos cuatro meses del año fueron perfectos porque yo me sentía como en casa. Las últimas semanas fueron muy tristes y me costó mucho desprenderme del año.
Siempre sentiré que vuelvo a casa cuando vuele a Alemania y recomendaré a los jóvenes abrirse y crecer personalmente yendo al extranjero. Vivir un año fuera de casa es una experiencia que transforma todas tus dificultades, miedos y barreras en algo muy positivo e irrepetible.

Carmen

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